Lady Gaga y su novio, Luc Carl, se casaron. Pero contrariamente a lo esperable de la transgresora cantante, no fue en una ceremonia oficial, no hubo fiesta ni un montón de invitados. La pareja hizo un pequeño ritual simbólico en el que se juraron amor eterno ante un selecto grupo de amigos íntimos. No hubo cámaras, ni paparazzi, ni vestidos largos.
A diferencia de como se la suele ver, Lady Gaga no usó ninguno de sus outfits extravagantes: optó por un vestido blanco super sencillo. El novio, en cambio, lució un traje más raro compuesto de una chaqueta blanca y leggins plateados.
Todo el acontecimiento tuvo lugar en Grecia. Después de la ceremonia los novios cenaron en un restaurante de lo más tranquilo. Nada de exceso de glamour ni descontrol.